Este ocurrió en Padua (Italia), donde un joven, llamado Leonardo, pateó a su madre en un ataque de rabia. Después se arrepintió y confesó lo que había hecho a San Antonio, quien le dijo: «El pie de aquel que patea a su propia madre, merece ser cortado». Tras esto, Leonardo corrió a casa y se cortó el pie. San Antonio, al enterarse, tomó el miembro apuntado del joven y, milagrosamente, consiguió reunirlo al cuerpo.
Siempre ha contado con una gran fama de conseguir actos prodigiosos, lo que ha hecho que hasta a día de hoy sea reconocido como el más grande taumaturgo de todos los tiempos. El papa León XII lo llamó «el santo de todo el mundo», porque es posible encontrar su imagen y devoción por todas partes. Es también patrón de los pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros.
Hay muchas personas que lo tienen como santo de cabecera para pedirle que les dé una pareja. El papa Gregorio IX lo canonizó menos de un año después de su muerte, el 30 de mayo de 1232.
Tomado de: www.theobjective.com
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