La historia de Carlos de Inglaterra resalta una verdad crítica: la edad es un factor de riesgo predominante en el desarrollo del cáncer, especialmente en hombres mayores. Las tasas de supervivencia del cáncer en Gran Bretaña son inferiores a las de otros países europeos en nueve de cada 10 tipos más comunes de la enfermedad, según un informe de la Confederación NHS, del Servicio Nacional de Salud, publicado en enero. Con el rey a sus 75 años, su diagnóstico subraya la importancia de la vigilancia médica en la detección temprana de la enfermedad.
se rumora que padece cáncer de vejiga, que muestra una incidencia significativa especialmente en hombres, requiere de una vigilancia constante ante cualquier cambio o anomalía en los hábitos urinarios, como la presencia de sangre en la orina. En conclusión, la decisión del Rey de continuar con sus deberes estatales, adaptándose a su tratamiento, no solo refleja su compromiso con sus responsabilidades sino que también envía un mensaje poderoso sobre la vida más allá del diagnóstico. En este sentido, la modernidad de la monarquía se manifiesta en su capacidad para enfrentar problemas "anticuados" con transparencia y determinación.
Tomado de: www..nationalgeographic.com.es
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