Las reproducciones falsas se generan mediante el uso de «granjas de streaming» o bots que reproducen canciones miles de veces en un corto período. Como publicaba Digital Music News estas granjas emplean software automatizado para simular escuchas reales, inflando artificialmente los números de reproducciones de un artista. Esta práctica permite a los artistas aparecer más populares de lo que realmente son, lo que puede atraer más contratos de publicidad, mejores posiciones en listas de éxitos y, en última instancia, mayores ingresos.
La manipulación de cifras de reproducciones tiene un impacto significativo en la distribución de ingresos dentro de la industria musical. Las plataformas de streaming como Spotify distribuyen los ingresos generados por sus suscriptores y la publicidad basándose en el número de reproducciones que recibe cada canción. Cuando los números están inflados artificialmente, los ingresos que deberían ir a los artistas con escuchas genuinas se desvían a aquellos que utilizan estas tácticas fraudulentas.
Además, esta práctica, como menciona Reprtoir, crea una competencia desleal, especialmente para los artistas emergentes. Los músicos que no tienen acceso a estos servicios de manipulación ven cómo sus oportunidades de éxito se reducen, ya que sus reproducciones legítimas no pueden competir con los números inflados de artistas más grandes o respaldados por grandes discográficas.
Las principales plataformas de streaming han tomado diversas medidas para combatir este problema. Spotify, por ejemplo, ha implementado algoritmos y revisiones manuales para detectar y eliminar reproducciones falsas, además de educar a los artistas sobre las consecuencias negativas de comprar reproducciones. Apple Music ha invertido en tecnología y equipos dedicados para investigar actividades sospechosas y ha establecido procesos para excluir estas cifras de los informes oficiales y los pagos.
Deezer, otra plataforma popular, ha desarrollado algoritmos avanzados para detectar actividades sospechosas y ha mejorado la colaboración entre departamentos para mantenerse al día con las tácticas fraudulentas. Amazon Music y SoundCloud también han mejorado sus sistemas de detección y prevención de fraude, colaborando con la industria para compartir datos y mejorar las prácticas de monitoreo.
El problema de las reproducciones falsas no es nuevo, pero ha ganado visibilidad a medida que más casos de artistas famosos salen a la luz. En 2020, una investigación reveló que artistas como French Montana y G-Eazy estaban involucrados en escándalos de reproducciones falsas, lo que llevó a una mayor atención sobre el tema. Vice realizó una investigación en profundidad que descubrió una red de granjas de streaming operando de manera clandestina para inflar las cifras de estos y otros artistas.
En Alemania como explica Verdict, las autoridades han tomado medidas legales contra varios proveedores de servicios de reproducciones falsas. En Frankfurt, un tribunal regional ordenó a Likeservice24.de, un sitio web que ofrecía estos servicios, que cesara sus operaciones. Otros países también han comenzado a seguir su ejemplo, con esfuerzos significativos para cerrar estos servicios en Brasil y otros lugares.
La manipulación de cifras de reproducciones es un problema serio que socava la integridad de la industria musical. A pesar de los esfuerzos de las plataformas de streaming para combatir esta práctica, la batalla está lejos de terminar. La transparencia y la equidad en la distribución de ingresos y la promoción de talentos son esenciales para mantener una industria justa y competitiva. Mientras tanto, la responsabilidad también recae en los artistas y sus equipos para mantenerse alejados de estas tácticas y construir sus carreras sobre una base genuina de apoyo de los fans.
El futuro de la música dependerá de la capacidad de la industria para adaptarse y abordar estas nuevas formas de fraude. Solo así se podrá garantizar que todos los artistas tengan una oportunidad justa de éxito, basada en el mérito y no en el engaño.
Tomado de: www.mussica.info
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